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▷ #OPINIÓN Por la puerta del sol (189): Semillas de odio #23Mar

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Del amor y del odio bastante se ha escrito a lo largo de los siglos. Misterios de misterios son los pecados capitales que desde tiempos inmemoriales han sido lanza y escudo en la vida de los seres humanos. Se catalogan como los peores la soberbia y la envidia donde realmente nacen los odios, también la avaricia, la lujuria, la ira, la gula y la pereza.

Vamos pasos atrás de la creación del mundo, busquemos y encontraremos en los viejos libros la época en la que Dios estaba en plena labor creando el cielo, las galaxias, los planetas, la vía láctea, los astros, las nebulosas, los seres estelares etc. y dar luego vida a su paraíso donde colocó a nuestros primeros padres Adán y Eva.

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Nadie puede saber realmente lo que pasó en el plan celestial. En el principio de los tiempos Dios creó toda su hueste celestial, los espíritus, los ángeles, los querubines y los serafines. Nadie puede imaginar qué fue lo que pasó para que uno de sus hijos creado hermoso, eterno, con todos los atributos, se revelara contra Él y lo desconociera, tampoco podemos entender cómo un espíritu tan perfecto y puro, pudiera la envidia, un sentimiento supuestamente nacido del hombre que aún no había sido creado, para que lograra contagiar a Lucifer que fue perfecto hasta que mostró su maldad. (Ezequiel 28:27) 

El corazón de Lucifer se enalteció a causa de su hermosura, queriendo ser como Dios  pretendió tomar su puesto para ponerse él. Se reveló y  detrás de él se revelaron otros ángeles ganándose el fuego eterno del infierno.  (Mateo 25:41)

El conflicto de Caín y Abel refleja la intensa lucha de clases que vino a desarrollarse cuando el hombre adquirió bienes propios, vida cómoda y a la vez surgió la explotación del hombre por el hombre. Los hebreos han plasmado de una manera muy clara la historia de Caín y Abel  como el rompimiento de los lazos familiares, de los lazos de amistad, de solidaridad, etc., situación provocada por la envidia y la soberbia. Tener poder y riquezas ilimitadas, provocan a través del odio conflictos que generan pretextos para entrar en las guerras inauditas, que han regado y siguen llenando de sangre inocente los caminos de la vida, guerras y conflictos provocados por los hombres responsables de mantener la paz.

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De estos dos hermanos nacieron en la lucha de clases los enemigos sembradores de odios y discordias históricas, partiendo desde el Génesis cuyos primeros protagonistas fueron Caín y Abel. En el Oriente medio la filosofía del odio es capaz de llegar a los más cruentos extremos, están convencidos de que tendrán cuando mueran el cielo asegurado mientras más acérrimos sean defendiendo sus creencias. Todos los pecados capitales nacen de la envidia. Cuando al odio de un ser humano lo cubre la rabia, no es capaz de pensar, de escuchar ni de razonar cuerdamente. Para tener un mundo más humano, más grato y más armónico, es la tolerancia la única virtud capaz de conducirnos por los caminos de la paz y la libertad. 

Hitler, Mussolini, Francisco Franco y dictadores actuales, estuvieron siempre convencidos de ser dioses, el gallo que más duro cantaba en el corral. La violencia crea un círculo de más violencia, de más resentimiento, de más desconfianza y más problemas para la salud, para el cuerpo, para el espíritu, para las naciones y ninguna solución…

Al frente siempre encontraremos respecto a este y a otros temas similares, dos caminos a elegir, el de la guerra o el de la paz. Decida usted su rumbo…

Amanda Niño P.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elimpulso.com

Publicado el: 2024-03-23 10:47:00
En la sección: ▷ Archivos de Opinion – El Impulso

Publicado en Opinión

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