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Nias de 12 a 16 aos eran violadas entre cuatro y diez veces al da por pandilleros en dos crceles de Guatemala con el permiso de los guardias | elmundo.es

Nias de 12 a 16 aos eran violadas entre cuatro y diez veces al da por pandilleros en dos crceles de Guatemala con el permiso de los guardias

El infierno en la tierra. Eso han vivido nias de 12 a 16 aos que eran violadas en dos crceles de Guatemala entre cuatro y diez veces al da por pandilleros del Barrio 18, que contaban con el beneplcito de nueve agentes de la Direccin General Sistema Penitenciario quienes permitan el ingreso de las menores de edad para que pudieran ser agredidas sexualmente con total impunidad.

As lo ha revelado este mircoles el denominado Operativo ‘Adolescentes en Peligro’, llevado a cabo por la Fiscala Contra la Trata de Personas, por medio de la Unidad Contra Estructuras Criminales y Casos Especiales, mediante el cual se han arrestado a 24 personas, entre ellas, los 9 agentes penitenciarios, as como a ocho presos que estn recluidos en el Preventivo para Hombres de la Zona 18 y en Fraijanes.

En total, la Fiscala, con apoyo de ms de 1.000 agentes de la Polica Nacional Civil (PNC), realiz 32 allanamientos, entre ellos, en las dos citadas crceles, as como en las zonas 12, 16 y 18 de Ciudad de Guatemala, as como en el municipio de Mixco, en seguimiento a la investigacin relacionada con el reclutamiento de personas menores de edad para grupos delictivos organizados.

De acuerdo a la Fiscala, los agentes penitenciarios detenidos colaboraron con la estructura criminal del Barrio 18 para «el ingreso de nias y adolescentes a centros carcelarios», donde eran violadas por pandilleros. Entre los arrestados, se encuentran tambin 11 particulares quienes se dedicaban a captar, recibir y trasladar a las menores a las prisiones para que fuesen agredidas sexualmente durante horas sin que nadie hiciera nada por evitarlo.

Las rdenes de arresto fueron giradas por el Juzgado de Primera Instancia Penal Especializado en Delitos de Trata de Personas por los delitos de trata de personas en la modalidad de reclutamiento de personas menores de edad para grupos organizados, maltrato contra personas menores de edad, violacin, agresin sexual y homicidio. Asimismo, se secuestraron diversos indicios, entre ellos, varios dispositivos electrnicos, durante la requisa que se llev a cabo en los citados centros carcelarios por parte del Ministerio de Gobernacin, a travs de la PNC y la Direccin General del Sistema Penitenciario.

Durante las pesquisas realizadas, la unidad especializada document el ingreso a las crceles de nias y adolescentes comprendidas entre las edades de 12 y 16 aos, con el fin de que fueran «abusadas sexualmente y reclutadas para integrarlas a la pandilla del Barrio 18». En la investigacin, el Ministerio Pblico identific la manera de operar de la estructura criminal para captar a las menores y obligarlas a integrar las diferentes secciones de la citada pandilla, que es una de las ms poderosas del pas centroamericano, junto a la Mara Salvatrucha (MS-13), dedicadas ambas a extorsionar y asesinar llegando a controlar barrios enteros.

CAPTADAS POR REDES SOCIALES Y EN INSTITUTOS

Concretamente, las nias eran captadas por medio de las redes sociales, aplicaciones de mensajera instantnea, institutos o centros de estudios, entre otros, los cuales constituan el primer contacto entre ellas con los miembros de pandillas. Posteriormente, eran trasladadas por medio de vehculos de colaboradores Uber, InDrive, mototaxis, autobuses colectivos y extraurbanos, que eran costeados por los miembros de las pandillas, o bien con dinero de las nias y adolescentes que tuvieran en su poder o lograsen extraer de sus padres.

A continuacin, eran recibidas en las residencias de miembros o colaboradores de las pandillas juveniles o en inmuebles abandonados, en los cuales, segn record la Fiscala, «no existe control de personas adultas o responsables». All reciban instrucciones por parte de miembros de las pandillas para los delitos que deban cometer o visitas a centros carcelarios que tengan que realizar donde eran violadas, as como ingerir bebidas alcohlicas o utilizar estupefacientes.

Finalmente, segn la investigacin, las nias y adolescentes eran «retenidas mediante amenazas de muerte, engaos o violencia durante su tiempo de adaptacin a las pandillas, ya que los lugares de acogida son vigilados por miembros» de estos grupos criminales que son los principales causantes de las ms de 4.000 muertes violentas que se registran cada ao en Guatemala.

El propio ministro de Gobernacin, Francisco Jimnez, public en sus redes sociales el momento exacto en el que eran detenidos los nueve agentes penitenciarios que, segn denunci, «deshonraron a sus familias, a sus compaeros y al pas entero», por lo que «ahora respondern por sus actos».

ANARQUA EN LAS CRCELES

La anarqua en las prisiones de Guatemala es total, donde los propios presos tienen el control convirtiendo las crceles en sus oficinas del crimen. Concretamente, cuentan con telfonos mviles y aparatos para la conexin a internet que logran ingresar extorsionando a los agentes del Sistema Penitenciario, muchos de los cuales caen en la corrupcin. As, las pandillas entregan telfonos a transportistas y comerciantes a travs de los cuales lderes pandilleros privados de libertad les llaman para extorsionarles bajo amenazas de muerte si no entregan el dinero, al tiempo que ordenan asesinatos a los miembros que permanecen libres.

Tambin son habituales las fiestas con alcohol y drogas en las prisiones e incluso los familiares de los reos, incluidos nios y adolescentes, llegan a pernoctar en la crcel como si fuera un hotel sin que los agentes penitenciarios lo impidan.

Por su parte, el Colectivo Artesana, que trabaja con mujeres presas desde hace aos, espera que las capturas «motiven a otras vctimas a denunciar, superando el temor que han provocado en las vctimas y sus familiares los responsables y beneficiarios de estos delitos» que afectan a la niez. En este sentido, indic que, desde el ao pasado, han solicitado ante la Comisin Interamericana de Derechos Humanos medidas cautelares en favor de las nias, nios y adolescentes que ingresen a un centro de detencin.

Al mismo tiempo, record que tambin ha denunciado estos casos de trata de menores para explotacin sexual ante el Comit de los derechos del nio de Naciones Unidas y el Subcomit de la ONU contra la Tortura para que «insten al Estado de Guatemala a garantizar que las nias, nios y adolescentes no sean sometidos a ningn trato cruel, inhumano y degradante y tampoco a situaciones de trata, explotacin y violencia sexual.

Esta situacin no es nueva, dado que, en 2009, la periodista guatemalteca especializada en temas de niez, Mariela Castan, public en el diario La Hora un reportaje en el que denunciaba que «nias y adolescentes son violadas en Sector 11 del Preventivo», donde guardan prisin los pandilleros del Barrio 18 y donde ella misma lleg a ingresar para poder investigar.

«UNAS NI SIQUIERA PUEDAN CAMINAR TRAS SER VIOLADAS»

En su reportaje, revel que «nias y jvenes guatemaltecas viven la peor experiencia de su vida cuando ingresan al Sector 11», dado que las clicas que operan en las distintas colonias marginales «buscan a estas personas para ser abusadas sexualmente, adems de recluirlas para involucrarlas en hechos ilcitos». Segn detall, la niez y juventud llegaba a este centro carcelario «muchas veces, bajo amenazas y otras por la falta de oportunidades y el alto grado de marginacin que implica vivir en lugares considerados como ‘peligrosos».

Uno de los testimonios que recoge el reportaje es el de una mujer, cuyo marido estaba encarcelado, y que desvel que al Sector 11 del Preventivo «llegan patojas (nias), sabr usted para qu y lo nico que a veces se escucha son sus gritos». Mientras, una fuente interna de la crcel confirm a la periodista lo que era un secreto a voces: «en el Sector 11, varias mujercitas hasta de 12 aos han sido violadas por los pandilleros», hasta el punto de que «unas han tenido que ser llevadas por los bomberos porque ni siquiera pueden caminar». Asimismo, afirm que «varias de las vctimas salen con un llanto incontrolable».

Pese a esta denuncia periodstica realizada en 2009, Castan se lament en redes sociales por el hecho de que nada haya cambiado desde entonces: «arriesgu mucho para hacer este trabajo y 15 aos despus, todo se repite».

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2024-03-21 03:56:36
En la sección: Internacional // elmundo

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