Casi 2 millones de musulmanes vuelven a celebrar la peregrinación a La Meca | elperiodico.com

Por fin centenares de miles de musulmanes vuelven por completo a la normalidad. Hasta ahora, más de 1,8 millones de peregrinos de todos los rincones del mundo se han congregado en la ciudad sagrada saudí de La Meca para cumplir con uno de los cinco pilares sagrados del islam. Todo musulmán que se lo pueda permitir física y económicamente debe hacer el peregrinaje hasta la tierra del profeta Mahoma. Por primera vez y pese a las elevadas temperaturas, que superan los 45 grados, se esperan números comparables a los que había durante la pandemia.

El calor no les ha detenido y este martes miles de musulmanes han marcado el punto más alto espiritual de la peregrinación al pasar el día rezando en el Monte Arafat. Allí, los peregrinos han rodeado la Kaaba, hacia donde orientan siempre su rezo por ser el lugar más sagrado del islam. Las autoridades saudís esperan el «peregrinaje más grande de la historia» al relajar por completo las restricciones por la pandemia de coronavirus vigentes desde 2020. Se prevé que el número de peregrinos supere el récord de 2,5 millones de musulmanes, cuando se vayan uniendo más fieles saudís. 

«Los días más hermosos de mi vida»

A pesar de las temperaturas, los visitantes han experimentado una experiencia religiosa inigualable. Más cerca de Dios que nunca, el hajj, según el Corán, borra todos sus pecados y les fuerza a convivir de cerca con otros musulmanes de todos los rincones de la tierra. Abdelazim, egipcio de 65 años, llevaba 20 años ahorrando para pagar los 6.000 dólares que necesitaba para llevar a cabo la peregrinación. «Estoy viviendo los días más hermosos de mi vida», ha dicho a AFP desde la tierra sagrada. Para los yemeníes, también está siendo una edición especialmente significativa ya que, por primera vez desde 2016, han podido llegar en avión para realizar el hajj, un hito que les ha insuflado de esperanza tras años de guerra civil.

Ya Allah, allow us to perform Hajj. pic.twitter.com/GRk89YTEuz

— • (@Al__Quraan) 27 de junio de 2023

Las autoridades saudís están preparadas para cualquier imprevisto después de las tragedias ocurridas en las décadas de los 90 y los 2000. Cientos de peregrinos murieron en estampidas durante el ritual de lapidación simbólica del diablo. Las inversiones millonarias para preservar estos sitios sagrados y hacerlos más seguros los han proveído de una red ampliada de puentes peatonales masivos. Durante esta temporada, el mayor enemigo es el calor. Por eso, más de 32.000 trabajadores de la salud han sido desplegados, junto a miles de ambulancias, para tratar casos de insolación, deshidratación y agotamiento. El Ministerio de Salud ha informado este martes por la noche de que ya había tratado 287 casos. 

Casa de Saúd

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Durante la jornada de este miércoles, los musulmanes de todo el mundo celebran el Eid al Adha o la Fiesta del Sacrificio. En esta alegre ocasión, se llevan a cabo sacrificios de ovejas o vacas cuyas partes serán repartidas entre los pobres. La fiesta conmemora la voluntad de Ibrahim de sacrificar a su hijo Ismael por mandato de Dios. En las tradiciones cristiana y judía, Abraham está dispuesto a sacrificar a su otro hijo, Isaac. El príncipe heredero Mohamed bin Salman, el gobernante de facto del reino saudí, ha viajado hasta La Meca este martes para supervisar la peregrinación en el monte Arafat, donde el profeta Mahoma pronunció su último sermón hace 1.400 años.

Para el Gobierno saudí, acoger la peregrinación de millones de musulmanes no sólo es una importante fuente de ingresos, sino que supone una de sus principales vías de legitimidad. La Casa de Saúd, que gobierna el reino desde el siglo XVIII, nace con el deseo de unificar la península de Arabia y promover el wahabismo, una visión del islam que consideran más pura y simple aunque menos tolerante. Más de 20.000 autobuses han sido desplegados y los trenes han funcionado a plena capacidad para hacer de este momento tan significativo una experiencia inolvidable para dos millones de musulmanes.